Es bien sabido que el agua es un recurso escaso en el mundo e indispensable para la vida. Gran parte del mundo no tiene acceso a agua potable en pleno siglo XXI. A pesar de que más del 70% de nuestro planeta es agua.
Sin embargo, no toda el agua puede ser consumida por sus condiciones de salubridad. La mayor parte de esta reserva está conformada por agua proveniente de océanos, mares, glaciares y casquetes polares. También, aguas subterráneas, lagos y ríos.
Por esa razón, resulta fundamental cuidar el agua potable a la que podemos acceder. Esta solo representa el 0,025% del total y unas 2200 millones de personas no pueden adquirirla.
Este es el momento de ahorrar agua. Según los expertos en las próximas décadas avizoran un panorama desalentador. El incremento de las temperaturas junto a la significativa disminución de las lluvias puede ocasionar una reducción del 30% del volumen disponible de agua.
Por eso es imprescindible implementar medidas tendientes a ahorrar el agua. Medidas sencillas y fáciles de llevar adelante para no desperdiciar un recurso tan preciado para el planeta.
Todos podemos implementar pequeñas rutinas domésticas para ahorrar agua. Se trata de implementar un sistema de saneamiento y suministro de agua responsable a medida del cambio climático que estamos experimentando en el planeta.
Hay muchas maneras de hacer un uso más consciente y eficiente del agua en nuestros hogares, implementando algunas rutinas simples.
En el baño, por ejemplo, el inodoro tiene una descarga de dos botones, de 3 y 6 litros. También los hay con un sistema de un solo botón, con interrupción de la descarga a la segunda pulsación. Se puede implementar alguno de estos sistemas, para lo cual habrá que reemplazar el que tengamos.
Si esa medida no es posible, se puede elegir una opción más casera. Se trata de colocar una o dos botellas de agua dentro de la cisterna. Se calcula que con esta medida se puede ahorrar hasta el 50% del agua que se consume habitualmente.
Tomar duchas en lugar de baños de inmersión también representa un importante método de ahorro. También se puede reducir el tiempo de ducha. Se calcula que una ducha de 10 minutos representa un gasto de 200 litros de agua. Para lograr un ahorro efectivo podemos cerrar la canilla mientras nos jabonamos o llenar un balde mientras el agua logra la temperatura deseada.
Cerrar la canilla mientras nos jabonamos las manos o cepillamos los dientes. También es recomendable usar un vaso para el enjuague.
Revisar que las canillas de toda la casa no tengan pérdidas, ya que una canilla que gotea pierde unos 30 litros de agua por día.
Además existen en el mercado dispositivos de ahorro de agua para las canillas. Se trata de limitadores o interruptores de caudal. También son útiles los atomizadores que se colocan a la salida del agua de la canilla, que permiten mezclar agua con aire. Se logra una sensación de chorro mayor con una menor cantidad de líquido elemento. Esto permitirá ahorrar agua.