Es un proceso en el cual el agua es tratada para que pueda ser apta para el consumo humano. Es decir, que su consumo no sea riesgoso para la salud.
Con dicho tratamiento, el agua podrá ser bebida como también utilizada en la preparación de alimentos. A través de la potabilización del agua, se eliminan sustancias tóxicas como por ejemplo metales, bacterias y virus.
Se denomina agua potable al líquido elemento que puede ser bebido. Esto es, que puede ser bebido por personas y animales sin que exista el riesgo de contraer alguna enfermedad. Dicho término se aplica al agua que tuvo un proceso de tratado para el consumo humano de acuerdo a las normas establecidas por cada jurisdicción gubernamental.
En tanto, el agua pura hace referencia a la que no sabor, color ni olor. Para obtenerla químicamente, se debe realizar varios procesos físicos de purificación. El agua puede disolver una cantidad grande de sustancias químicas, incluyendo gases.
Entre esos procesos de purificación, se encuentran la destilación, la desionización o filtración. Son los encargados de brindar un mejor sabor, eliminar los olores, además de los virus y bacterias sin emplear compuestos como el cloro.
Se puede afirmar que el agua purificada es más pura, libre de iones y minerales que el agua potable. Cabe señalar que el agua potable en su recorrido por la red puede encontrar contaminantes, algo que no sucede con los sistemas de purificación.
En la naturaleza es prácticamente imposible encontrar agua 100% pura. Por lo tanto es inevitable que pase por procesos de purificación que van desde el empleo de carbón activado, empleo de filtros de agua, filtros UV, ósmosis inversa, o desinfección de agua con ozono.
Para que el agua sea considerada potable y apta para el consumo humano debe ser:
Según informes de la OMS (Organización Mundial de la Salud) el agua contaminada o por un saneamiento deficiente se relacionan directamente con la aparición de ciertas enfermedades en los seres humanos como por ejemplo:
Como ya se dijo, para que el agua obtenida de fuentes naturales pueda ser consumida por los seres humanos, es necesario que pase por un proceso de potabilización o potabilidad. Este procedimiento se lleva a cabo en plantas potabilizadoras cumpliendo una serie de pasos:
La intensidad y el tipo de procedimiento que se realice dependen exclusivamente de la fuente de donde provenga el agua. Al respecto, existen dos tipos de fuentes: superficial (ríos, lagos, etc) con presencia de sales o metales pesados.
En ese caso, el proceso consiste en separar ciertos componentes del agua natural. Luego se procede a la precipitación de impurezas, filtración y desinfección. Esta última etapa se efectúa con cloro u ozono.
En casos de obtención de agua de fuentes profundas como el agua de mar, el procedimiento es más complejo. Se realiza sobre todo en áreas con escasez de recursos hídricos. Para la desalinización del agua de mar se emplean técnicas como la ósmosis inversa o la destilación.
Otra de las herramientas más empleada para potabilizar y purificar el agua, son los filtros. Algunos de ellos, imitan los propios mecanismos naturales de filtración de organismos.
Contar con purificadores de agua o filtros como los que emplea Vitalis Agua en sus dispensers, ayuda a preservar y mejorar la salud de los seres humanos. Limpian el cuerpo, ayudan a la piel, colaboran con una buena digestión y contribuyen al buen funcionamiento de los riñones.
El agua potable de red, no elimina todos los elementos como sales minerales, microorganismos o cloro. Por ello, cada vez más personas deciden comprar dispensers de agua purificada al instante por sistemas aprobados por organismos oficiales de salud.
Es la forma más simple, práctica y económica de obtener agua pura tanto fría como caliente. Vitalis es una empresa de más de 25 años en el mercado que garantiza la mejor calidad en sus productos.